El aumento del tráfico aéreo está suponiendo un reto para todos los aeropuertos del mundo, en tanto que deben gestionar millones de pasajeros asegurando unos niveles de calidad, confort y seguridad.
Ante esto, son muchos los aeropuertos que están apostando por la tecnología como medio para mejorar sus índices de eficacia y eficiencia, siendo el Big Data una tecnología con muchas posibilidades y usos.
En los aeropuertos tienen lugar muchos procesos y coordinarlos todos es crucial para ofrecer el mejor servicio a los pasajeros a la vez que se reducen costes.
Y el Big Data permite exactamente eso: analizar los grandes volúmenes de datos que se generan para optimizar los recursos, coordinar los procesos que se producen y, con ello, aumentar la satisfacción de la experiencia del pasajero y reducir costes.
De esta forma, a través del Big Data se podrían realizar estimaciones sobre posibles retrasos o asignar recursos extras a una determinada zona del aeropuerto ante una llegada puntual de pasajeros.
Otra de las aplicaciones prácticas de esta tecnología sería el poder asignar puertas de embarque de una forma dinámica, es decir, según necesidades inmediatas. Así, si dos vuelos (uno que llega y otro que sale), tienen varios pasajeros en común, automáticamente, se les asignarán puertas cercanas. Por ende, los viajeros no tendrán que recorrer largos enlaces y el vuelo que despega no se retrasará.
Pero el Big Data también podría utilizarse para aumentar la facturación de los servicios que ofrecen los aeropuertos, ya que en torno al 40% de sus ingresos provienen de actividades no relacionadas con aspectos aeronáuticos.
Pues bien, con esta tecnología, las diferentes tiendas podrían conocer los pasajeros que estarían al llegar y adaptar los productos a sus gustos, ofreciéndoles una experiencia más personalizada.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que el Big Data podría aportar para hacer más modernos, tecnológicos, funcionales, seguros y amenos los aeropuertos de todo el mundo.
En próximos años, puede que veamos más usos de esta tecnología que permitan mejorar la eficiencia y reducir los costes de los aeropuertos, con el objetivo final de aumentar la satisfacción de millones de pasajeros de todo el mundo.